Indispensables para comunicar espacios a diferentes niveles, las escaleras son elementos arquitectónicos que han tenido presencia durante toda la historia. A veces pueden ser estructuras caprichosas, a veces pueden tomar el protagonismo de la edificación, a veces son con finalidad de evacuación, etc.

Por definición, “una escalera es un elemento arquitectónico formado por escalones cuya función es unir, o comunicar, espacios a distintas alturas”.

Para ello debe cumplir unas dimensiones, para que sea cómodo y accesible su uso. Estas dimensiones deberán cumplir unos anchos mínimos, una altura y huella de peldaño. Puede tener meseta, meseta partida, de un tramo, etc.

Hay distintas formas de escalera: rectas, curvas, mixtas. En la arquitectura actual se emplea bastante la de un tramo, que se proyecta en algunos casos volada, es decir, los peldaños van anclados a un lateral, quedando el peldaño en voladizo. También se puede colgar del techo o del tramo superior con una hilada de tensores metálicos. De doble tramo es un recurso muy utilizado. Podemos darle doble peldañeado: por encima y por debajo.

La estética final admite muchas configuraciones: industrial, elegante, cálida, materiales nobles, iluminación cenital o en el peldaño, actual o clásica, etc.