Villa Suiza

En el diseño de esta vivienda de volumetría singular, la arquitectura clásica y moderna se entrelazan, creando un espacio único que destaca tanto por su estética como por su adaptación al entorno. Situada en una parcela de forma trapezoidal, el inmueble abraza la forma del terreno con su diseño en «L» abierta, integrándose perfectamente con el paisaje.Desde el exterior, el conjunto invita al disfrute con múltiples zonas al aire libre: jardines exuberantes junto a la piscina, pérgolas y áreas cubiertas ideales para reuniones o momentos de relajación. La entrada principal, marcada por una imponente puerta pivotante integrada en una estructura ornamental que se extiende hasta la cubierta, actúa como presentación a los espacios amplios y luminosos del interior.

Al cruzar el umbral tenemos la primera toma de contacto con el interior, un salón-comedor de grandes dimensiones, conectado directamente con la cocina y su funcional despensa, da la bienvenida. Este núcleo social de la vivienda está diseñado para maximizar la comodidad y el disfrute de la vida cotidiana. En el ala opuesta, un dormitorio con vestidor y baño en suite ofrece privacidad y conexión directa con las áreas exteriores. En la planta superior, destinada al descanso, los dormitorios, baños y un despacho se distribuyen alrededor de una plataforma que genera dobles alturas, bañando de luz natural los espacios inferiores y reforzando la sensación de amplitud. Las terrazas terminan de complementar todas las zonas que se pudieran necesitar. El sótano, al que se accede por una rampa que conecta con el garaje cubierto, alberga espacios adicionales diseñados para almacenamiento y usos múltiples, añadiendo un nivel extra de funcionalidad y almacenaje.

Este proyecto no solo es un testimonio de creatividad arquitectónica, sino también un ejemplo de cómo el diseño puede conjugar estética, confort y adaptabilidad al entorno, siempre al servicio de las necesidades y gusto personal del cliente.