Una villa serena y elegante en medio de una exuberante vegetación, fusionando la simplicidad con la armonía de la naturaleza describe esta vivienda con pinceladas de la estética japonesa en todos sus aspectos. Detrás de este estilo se pretende encontrar la belleza de la simplicidad en lo sutil y minimalista, creando espacios tranquilos.

Al adentrarnos en la propiedad, nos reciben pérgolas de formas con motivos circulares presentes en todo el exterior, delicadamente entrelazadas con la vegetación, proporcionando sombra y filtrando la luz del sol de manera suave y difusa, siendo elementos decorativos que embellecen el entorno mientras invitan a disfrutar del aire fresco y ofrecen un mayor confort para las múltiples zonas aquí dispuestas. En el corazón de la villa, una amplia piscina se funde con el paisaje, rodeada de exóticas plantas que dan vida al jardín y donde fuente cercana refresca el ambiente con su suave murmullo, añadiendo un toque de frescura y potenciando la sensación de paz y relajación, creando un marco para la zona de comedor contigua al salón o las zonas de relajación.

De igual manera, en el interior del domicilio describe el concepto de ma, que se refiere al espacio vacío entre los objetos donde se pretende crear en equilibrio entre la presencia de lo que existe y el espacio vacío que permite que la energía fluya libremente para generar la sensación de calma y tranquilidad en el ambiente, los grandes espacios están presentes en todas las estancias de la vivienda. Por su parte la iluminación juega un papel fundamental, donde elementos livianos se encargan de filtrar suavemente para conseguir luces suaves y acogedoras y armonizar con ello colores y materiales que cierran este conjunto, donde tonos neutros y suaves como el blanco, beige y gris completan esta atmósfera de paz.