Partimos de la base de una vivienda realizada en los años 80. La propiedad de VILLA CLAUDIA requería una actualización integral de los exteriores. La decoración heredada la componen terrazas con balaustradas, alicatados de época, distintos niveles que rompen la unidad del entorno, toldos deteriorados, etc. Toda esta mezcla nos lleva a una estética de años anteriores cuya reforma es la esencia de este proyecto.
Lo que se ha buscado es la homogeneización del alzado de referencia y toda su vista 360º. Para ello lo primero, y fundamental, ha sido nivelar todo el terreno, de forma que dé continuidad: crear una plataforma y utilizar un pavimento del mismo tono.
Los elementos arquitectónicos anteriores también se han actualizado. Lo primero era eliminar las balaustradas en las tarrazas, utilizando barandillas de cristal templado en cubierta y un cierre en la de planta primera. Se eliminan los toldos y se ponen pérgolas como elementos bioclimáticos pasivos que, a su vez, dan un aire más actual. La piscina, al enmarcarla con el solado dominante, coge presencia y da simetría a la vista sur-oeste; además, para equilibrar la composición, esta piscina está acompañada de una zona de estar, por debajo de la cota de referencia, con sofás y barra que nos invita a tomar el aperitivo.
En el lateral sur está ubicada la zona de barbacoa y comedor al aire libre. Este ámbito, muy soleado, está articulado por una isla con bancos altos, donde poder cocinar, preparar, fregadero, etc. Todo está muy a mano y a un golpe de vista tenemos todo presente.
En definitiva, es una reforma integral de la zona de exterior donde predomina el soleamiento, la concordancia entre elementos, las comunicaciones, … todo ello sin dejar de lado la estética mediterránea y, por requerimiento de la propiedad, potenciar esta zona que estaba en desuso. Fran Ruiz.