Durante los últimos años hemos visto como los diseños de la arquitectura se ha evolucionado resultando en viviendas de líneas sencillas y tonalidades neutras, y en algunas ocasiones vemos que se lleva al extremo lo minimalista y proliferan volúmenes blancos sin relación aparente entre ellos o sin estudio previo del entorno, lo que nos lleva a una mezcla un tanto heterogénea.
Esta villa quiere buscar esta relación y adaptarse al entorno. Aquí vemos como el usuario final tenía claro que quería una vivienda de líneas simples y actuales, por tanto el proyecto empezó buscando la orientación y las vistas, sin dejar atrás la implantación. el resultado es una mezcla de materiales, que discurren por espacios, con grandes vuelos bioclimáticos que proyectan sombras y apertura de grandes huecos que nos favorecen la continuidad visual. Como decía Le Corbusier: “buscamos un paseo arquitectónico”, donde la arquitectura nos va llenando los sentidos a medida que la visitamos. Dentro de esta idea, esta vivienda sigue siendo una hogar, un lugar donde hacer una vida familiar cómoda, con todo a mano, adaptada al medio ambiente y a la normativa vigente y donde se ha cuidado hasta el mínimo detalle la estética mediterránea.